No es una pócima mágica, pero casi. Una bebida burbujeante, 100% vegetal, sin lactosa ni azúcar añadido, que mejora tu piel, tu intestino… y tu mood. Se bebe frío, sabe a fruta real y está cargado de probióticos vivos. ¿Suena a ciencia ficción? Es real, se llama kéfir de frutas o kéfir de agua y está empezando a ocupar el lugar de los sérums en las rutinas de belleza más vanguardistas. Lo mejor: no todo el mundo sabe (todavía) cuáles son sus propiedades.
Salena Sainz Echevarría, farmacéutica, dietista nutricionista, especialista en nutrición clínica, diabetes mellitus, alimentación funcional, con un postgrado en dermatología, nos explica que el kéfir es una gran fuente de probióticos, fundamentales para el mantenimiento de la microbiota intestinal. Por su parte, Eduardo Lara Alba, responsable de I+D en Víver Living Drinks, nutricionista y tecnólogo de alimentos, nos ha contado que, actualmente, no hay un solo tipo de kéfir, sino que existen distintas variedades según el líquido base que se fermente.
El kéfir de frutas es la bebida que está revolucionando el cuidado de la piel desde dentro. Su perfil nutricional y probiótico lo convierte en un auténtico tratamiento cosmético bebible, respaldado por ciencia. Pero ¿cómo se hace y qué lo distingue de la kombucha, que es otra de las bebidas del momento?
Kéfir de frutas (o de agua) y kombucha: ¿son lo mismo?
El kéfir de frutas y la kombucha son bebidas fermentadas probióticas, pero difieren en su preparación y propiedades. Según Eduardo Lara, el kéfir de frutas (o kéfir de agua) se elabora exclusivamente con zumo de frutas y cultivos de kéfir, sin leche añadida. Su fermentación potencia los sabores auténticos de la fruta, dando como resultado una bebida 100% vegetal, ecológica, sin lactosa, sin azúcares añadidos ni conservantes, con finas burbujas, cargada de probióticos vivos, suave, ligeramente ácida y sin cafeína.
En cambio, la kombucha se prepara con un cultivo llamado SCOBY en té endulzado (negro o verde), requiere una fermentación más larga (7 a 10 días) y produce una bebida más ácida, con cafeína y un sabor más fuerte, a menudo con gas natural tras una segunda fermentación. Ambas aportan probióticos beneficiosos para la salud digestiva, pero varían en sabor, contenido de cafeína y proceso de elaboración.
Las ventajas 'beauty' del kéfir de frutas
Una de las ventajas principales del kérfir de frutas, según el tecnólogo de los alimentos, es que aporta un glow natural espectacular a la piel y la mantiene equilibrada gracias a los probióticos. Diversos estudios han demostrado que los probióticos naturales presentes en el kéfir no solo favorecen la microbiota intestinal, sino también la cutánea. Al reforzar la barrera de defensa de la piel y equilibrar su pH, ayudan a reducir afecciones como el acné, la rosácea y la dermatitis atópica.
Además, el kéfir de frutas es el cóctel antiedad más natural porque contiene antioxidantes naturales y compuestos bioactivos que estimulan la producción de colágeno y mejoran la elasticidad de la piel, lo que se traduce en menos arrugas y un aspecto más firme.
¡Pero eso no es todo! El kéfir de frutas proporciona hidratación y nutrición celular en cada sorbo. Contiene vitaminas como la B12, K2 y minerales esenciales como el magnesio o el zinc, que aportan nutrición desde dentro, contribuyendo a una piel más jugosa, luminosa y saludable. Además de su acción probiótica, el kéfir tiene efectos antibacterianos, antifúngicos, regeneradores y exfoliantes gracias al ácido láctico que contiene, motivo por el que incluso se utiliza en cosmética natural. De hecho, se han desarrollado cremas, mascarillas y tónicos con kéfir como base activa.
Todo esto demuestra que una piel bonita empieza por dentro, y el kéfir es el aliado perfecto. Estamos hablando de un refresco 100% vegetal, sin lactosa ni azúcares añadidos, y con suaves burbujas que lo hacen tan apetecible en verano como un refresco, siendo infinitamente más funcional. Es especialmente interesante para personas con intolerancias o que buscan reducir su consumo de lácteos sin renunciar a una auténtica experiencia de sabor. Su fermentación, sin pasteurizar, conserva intactos los probióticos vivos. Es como regalarle a tu piel un tratamiento de belleza... pero desde dentro.
Además, como indica Elisa Blázquez, nutricionista integrativa, asegura que "en verano, cuidar la microbiota intestinal es clave para sentirnos ligeros, tener buenas digestiones y mantener el ánimo estable". "El intestino y el ánimo están muy relacionados", nos cuenta. Por eso, recomienda priorizar alimentos vegetales ricos en fibra, tomar verduras en todas las comidas, frutas frescas y también fermentados como el kéfir. Es el momento ideal para probarlo y estamos convencidas de que te gustará tanto que enseguida querrás incorporarlo a tu rutina.