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mujer madura deprimida y cansada sentada en la cama, sujetándose la cabeza© Adobe Stock

Menopausia

Cómo los cambios hormonales influyen en el dolor de cabeza cuando llega la menopausia

Hablamos con varios expertos sobre este problema que padecen muchas mujeres cuando llegan a esta etapa repleta de cambios


27 de mayo de 2025 - 14:00 CEST

La menopausia es una etapa de transición en la vida de la mujer que puede acompañarse de múltiples síntomas, tanto físicos como emocionales. uno de ellos, que puede llegar a condicionar en gran medida el día a día de quienes lo padecen, son las cefaleas, especialmente las migrañosas, que tienen un papel relevante y, a menudo, poco visibilizado.

En la perimenopausia, el periodo previo a la menopausia, las oscilaciones hormonales son más marcadas e irregulares, lo que puede intensificar tanto la frecuencia como la intensidad de las migrañas. Sin embargo, tras la menopausia, muchas mujeres refieren una mejoría espontánea, ya que los niveles hormonales se estabilizan en valores bajos. Pero no es algo que suceda en todos los casos. 

Por eso, tal y como señala la doctora Teresa Aznar, ginecóloga de Vithas Castellón, “visibilizar este vínculo entre menopausia y cefaleas es fundamental para que las mujeres que lo sufren no se sientan solas, y puedan identificar su causa y buscar ayuda especializada, así como comprender que estos síntomas no son imaginarios, sino parte de una compleja red de cambios biológicos, este es el primer paso para abordarlos con eficacia y mejorar la calidad de vida en esta etapa vital”.

Las hormonas vuelven a estar, una vez más, en el punto de mira. El doctor Jorge Uriel Máñez Miró, neurólogo del Hospital Vithas Turia y Hospital Vithas 9 de Octubre, indica que la relación entre los cambios hormonales y las cefaleas está bien documentada. Durante la vida fértil, muchas mujeres experimentan migrañas relacionadas con el ciclo menstrual, lo que se conoce como “migraña menstrual”. “Esta sensibilidad se debe principalmente a las fluctuaciones en los niveles de estrógenos. Cuando estos descienden bruscamente, como sucede durante la transición a la menopausia, es más probable que aparezcan episodios de dolor de cabeza.

Se ha relacionado el cambio hormonal asociado a la perimenopausia y menopausia con mayor riesgo de padecer trastornos del sueño, entre ellos, insomnio y mala calidad del sueño

Causas de las cefaleas en la menopausia

Como decimos, la cefalea durante el periodo de la menopausia y perimenopausia es un síntoma muy frecuente en mujeres. “La causa principal de esta cefalea es el trastorno vasomotor secundario a la caída de estrógenos acaecida durante esta etapa. Los cambios hormonales producidos en la menopausia (secundarios a la pérdida definitiva de la actividad hormonal del ovario), afectan la calidad de vida de la mujer, pudiendo suponer un problema de salud grave”, nos cuenta la doctora Inés Blasco, ginecóloga del Hospital Vithas Medimar, que detalla que este trastorno vasomotor incluye manifestaciones como son las cefaleas, sudoraciones, palpitaciones, sensación de vértigo, irritabilidad, falta de concentración y pérdida de memoria o sensación de embotamiento.

“Aproximadamente, un 70-80 % de las mujeres refiere algunos de estos síntomas, un 25 % los refiere como moderados o severos y hasta en un 10 % interfieren en su vida cotidiana. Su duración media es de unos 4,5 años desde el cese de la última menstruación, y puede ser mayor en mujeres con menopausia más temprana”, nos cuenta. Así, el cese de la actividad ovárica y la consecuente caída en la producción de estrógenos por parte del ovario favorece alteraciones a distintos niveles.

Además, este aumento de la resistencia arterial, a su vez, puede producir episodios de hipertensión arterial, patología de frecuente diagnóstico durante esta etapa en la mujer y que suele presentar como síntoma principal episodios de cefalea”, nos cuenta la ginecóloga, que añade que la mayoría de las mujeres refieren este síntoma como severo, pero sólo un 20-30% solicita atención médica para su tratamiento o evaluación.

Y como segunda causa de cefalea en esta etapa, la doctora apunta a los trastornos del sueño. “Se ha relacionado el cambio hormonal asociado a la perimenopausia y menopausia con mayor riesgo de padecer trastornos del sueño, entre ellos, insomnio y mala calidad del sueño. Se estima que estos trastornos del sueño pueden llegar a afectar desde un 35 hasta un 60 % de las pacientes en menopausia y postmenopausia”, nos cuenta la doctora Blasco, que añade que esta dificultad tanto para conciliar el sueño como para mantenerlo aumenta a lo largo de la transición menopáusica con la consiguiente cefalea diurna, irritabilidad, fatiga o niebla mental.

mujer con dolor de cabeza sentada en el sofá© Getty Images

El papel de las hormonas

Como apuntábamos, durante la transición a la menopausia (perimenopausia y postmenopausia), muchas mujeres experimentan cambios en la frecuencia e intensidad de sus migrañas. Estos cambios, tal y como nos explica la doctora Teresa Aznar, ginecóloga de Vithas Castellón, están directamente relacionados con las fluctuaciones hormonales, especialmente de estrógenos y testosterona, que afectan al sistema nervioso central y al umbral del dolor.

Estrógenos: el principal desencadenante hormonal

  • Durante la perimenopausia, los niveles de estrógenos suben y bajan de forma irregular, lo que puede desencadenar migrañas o empeorarlas.
  • Tras la menopausia, los niveles se estabilizan a la baja. Algunas mujeres mejoran, pero otras continúan con migrañas, sobre todo si existen otros factores (estrés, insomnio, cambios en el estilo de vida).
  • La terapia hormonal sustitutiva puede ayudar, pero debe individualizarse. Si es vía transdérmica (parches, geles), habrá menos fluctuaciones y una mejor tolerancia. En dosis altas o mal ajustadas pueden empeorar las migrañas.

Testosterona: la gran olvidada

Esta hormona también disminuye con la edad y juega un papel relevante en el control del dolor. Niveles bajos de testosterona pueden:

  • Reducir el umbral de dolor.
  • Aumentar la sensibilidad neuronal.
  • Asociarse a fatiga, insomnio y alteraciones del ánimo, que favorecen la aparición de migrañas.
  • Algunas mujeres con migrañas persistentes en menopausia mejoran al incorporar pequeñas dosis de testosterona bioidéntica en su tratamiento hormonal.

Por todo eso, la especialista considera que el equilibrio hormonal en esta etapa es clave. “No solo se trata de compensar el déficit de estrógenos, sino de reequilibrar todo el eje hormonal, incluyendo progesterona y testosterona, adaptándolo al perfil de cada paciente”, nos cuenta. Una valoración individual, incluyendo síntomas, historia de migrañas y análisis hormonales, permite diseñar un abordaje terapéutico personalizado.

Es importante que las mujeres que experimentan cefaleas severas o persistentes durante la menopausia consulten a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y explorar opciones de tratamiento

Cómo tratar las cefaleas hormonales

Afortunadamente, existen múltiples estrategias terapéuticas para abordar este problema. Desde tratamientos hormonales personalizados, hasta abordajes no hormonales como la fisioterapia, la suplementación con magnesio, técnicas de relajación o medicamentos específicos para la migraña. “Es importante que las mujeres que experimentan cefaleas severas o persistentes durante la menopausia consulten a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y explorar opciones de tratamiento” insiste el Dr. Bas, ginecólogo del Hospital Vithas Valencia Consuelo.

Lo que es importante, eso sí, es no dar por normal un dolor de cabeza y asumirlo como inevitable. “Las mujeres que experimentan cefaleas intensas o persistentes durante la menopausia deben consultar a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados”, apunta el doctor Jorge Uriel Máñez Miró, neurólogo del Hospital Vithas Turia y Hospital Vithas 9 de Octubre. Es importante, además, descartar otras patologías que puedan conllevar asociada la cefalea como síntoma, como podría ser la hipertensión arterial, hipertiroidismo, problemas oculares y neurológicos. 

Asimismo, por lo que se refiere al tratamiento de la crisis de migraña, “este está basado en la toma precoz, idealmente en la primera hora desde el inicio del dolor de cabeza, de antiinflamatorios convencionales como naproxeno, ibuprofeno o dexketoprofeno y triptanes, medicación específica para la migraña” explica el doctor Máñez quien añade que “recientemente en casos refractarios a estos tratamientos citados están disponibles la familia de fármacos gepantes”.

En este sentido, la Dra. Inés Blasco comenta que “es importante promover el ejercicio y la dieta saludable, además de que existen suplementos alimenticios que mejoran los síntomas vasomotores durante la menopausia y de eficacia demostrada, como son los fitoestrógenos de soja, hojas frescas de salvia, extracto citoplasmático de polen y lúpulo y además, para favorecer y combatir el insomnio recomiendo el uso de suplementos de melatonina, pasiflora, valeriana, melisa y amapola de california”.

El sueño y la falta de descanso

Como anticipábamos, durante la menopausia, debido en parte a los sofocos, las mujeres pueden descansar peor, tener un sueño de peor calidad. Un factor que puede influir en la aparición de más cefaleas o en que estas sean más intensas. “La falta de descanso nocturno de calidad es un factor clave que puede aumentar la frecuencia e intensidad de las cefaleas, especialmente de las migrañas”, comenta la doctora Aznar, que nos detalla cómo influye el mal sueño en las cefaleas:

 1. Disminuye el umbral del dolor

  •  El sueño insuficiente o fragmentado altera la percepción del dolor a nivel del sistema nervioso central.
  • Se produce una hipersensibilización neuronal, lo que facilita la aparición de migrañas incluso ante estímulos leves.

2. Aumenta la actividad del sistema trigeminovascular

  • Durante el sueño reparador, este sistema se regula.
  • La falta de sueño lo deja más activado, favoreciendo los procesos inflamatorios implicados en la migraña.

 3. Desequilibra neurotransmisores clave

  • La privación del sueño afecta a la serotonina, dopamina y melatonina, todos ellos implicados en la modulación del dolor.
  • Una mala regulación de la melatonina, en particular, se asocia con migrañas más frecuentes y más intensas.

4. Genera un círculo vicioso

“En la menopausia esto se intensifica. El insomnio es muy frecuente en esta etapa, debido a la caída hormonal. Los sofocos nocturnos, la ansiedad y la depresión también deterioran la calidad del sueño. Todo esto agrava la sensibilidad al dolor y facilita la cronificación de las migrañas”, nos detalla, confirmando que la falta de descanso nocturno de calidad no solo influye, sino que puede ser uno de los principales desencadenantes o mantenedores de las cefaleas en muchas mujeres, especialmente en la menopausia.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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